Un Amigo que nunca falla

No se cuanto de ustedes se ha sentido solo en un momento determinado. De seguro que casi todos de nosotros lo hemos sentido. Anoche, yo me encontré en esa situación. Me dio de repente uno de esos estados de ánimo en el que de repente me apago y no quiero hacer nada, como dicen en buen dominicano “que todo le hiede y nada le huele”. Me avergüenza decir que en la mayoría de los casos lo que hago es entretenerme la mente para no pensar en eso. Como hacemos quizás muchos de nosotros, prendemos la TV y hasta nos ponemos a ver muñequitos (no se hagan los locos que ustedes ven Popeye también) o quizás prendemos la computadora y jugamos algo. Pues anoche, gracias a Dios y a la CDE, no había luz, es decir que ni siquiera podía leer un libro. Entonces, agobiado por ese sentimiento y por el calor sofocante, se me hacia difícil dormir. En esos momentos en que uno se encuentra cansado y hasta se siente mal lo primero que nos llega la mente es llamar a un amigo para pasar el rato. Yo lo pensé, pero recordé algo que había leído hace mucho cuando fui a mi primer estudio bíblico “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6) Y pensé a mi mismo, “que mas da, déjame orar”. Fue algo increíble, de verdad no se en que momento en el que le hablaba a Dios ese sentimiento me abandono, pero lo que si se es que cuando había terminado de decirle a Dios todo lo que me pasaba ya me sentía mejor, me pude desahogar. Esto para algunas personas puede parecer ridículo, puede hasta parecer sin sentido, “Pero si estabas hablando solo, no hacías nada”, pues eso no es verdad. En ese momento de veras, no se como, yo sentía que alguien me escuchaba, que alguien estaba atento a mis plegarias, que alguien le importaba mis problemas, mis sufrimientos, que alguien llenaba los espacios vacíos de mi corazón en ese momento. Creo que en todo el tiempo que he estado orando nunca había sentido tanto la presencia de Dios, como yo sabia que El me escuchaba y que no hablaba por hablar, yo no se, he llegado a llamarle a eso Fe. Es algo incomparable, y mire que yo había orado mucho en grupo con otras personas, y en mi cadena de oraciones de toda la mañana, pero nada fue como la experiencia que yo tuve anoche. Por eso les exhorto que hagan mas fuerte su relación personal con Dios, quizás les suena como algo que en la Iglesia ya han oído antes pero se lo repito de nuevo, por que yo mismo no entendía lo que era eso hasta anoche. Hablen con El Señor, lloren con El Señor, Denle gracias al Señor, Alabenle….El esta mas que dispuesto a escucharte y mostrarte su amor por ti. Quizás a muchos no crean mucho en eso, o quizás ya piensan que su relación con Dios esta bien. Puede ser, pero por ahí dice… “El que cree estar firme tenga cuidado de no caer” (1 Corintios 10:12) y no me cree, atrévase a intentarlo, la próxima vez que me vea me podrá decir si estaba en lo cierto.

Dios les Guarde

Radamés Callado